Beca a Salamanca
La beca que llevo en el pecho
no se la regalan a nadie;
el esfuerzo y las ganas lo han hecho.
Y es más, el estar al acecho,
aprendiendo de mis veteranos,
me ayudará a recorrer este trecho.
Junto a estos hermanos,
que conmigo todo comparten,
para que no ponga límite a mi techo.
Y, como un tuno, ponga en mi pecho
esta beca por muchos años,
hasta que seamos ancianos.
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