Destino vigilante
Dulce amigo, piel de zanahoria,
que atento vigilas mi tesoro,
te imploro, cuida de ella de día,
y con lo mucho que te adoro,
¿porque yo os perdería?
Llegaste como una estrella,
rápido y de único destino.
En nuestras vidas haces camino,
y mientras tanto dejas huella,
¿por qué no seré adivino?
Cuida mucho de mi amada,
demuestra que estás volcada,
con cuidar de mi pequeña,
y no falta que añada,
por qué no, mientras sueña.
Comentarios
Publicar un comentario