Lágrimas de Soledad

Ese muro que protege la ciudad y tu corazón, quisiera yo traspasarlo, no con flechas, sino amor. Es duro ser el soldado que intenta conquistar lo que una vez fue suyo. Es más duro saber que por ti se construyó esa barrera inexpugnable que rodea lo que tantos años amó. No quedan horas ni años, ya no tiene ni razón. Aquel soldado muere, sin conquistar por lo que luchó. ¿Llorará su amada, por lo que perdió? ¿Se dará cuenta ahora, todo lo que él luchó? Quizás ocurra así, o quizás no, Más nunca sabrá lo que de este arrancó, Una mirada ganaría el asalto y nada más, Un beso destrozaría ese muro, sin pensar.

Tu mirada se clava, intentando llegar al alma, y es esa mirada triste la que busca a quien ama, pues del amor nunca habla. Ese amor que volvió loco, al que persigue un sueño roto. Pues no es ya ni dueño ni de un pedazo de su corazón, y es que esta triste historia esta grabada en la memoria de quien abre el corazón. Permanece fiel él a su tesoro, mas la mirada no le perdonó y se incrustó en el corazón, pues sola la cabeza no basta para encontrar lo mejor. Eso te lo dice el interior, aunque a veces no entiendas o no quieras entender que te hablan de ese fin, del final de la historia, del final de nuestro amor. Siempre he notado en el corazón la misma sensación. Quise amarte, pero tú a mí no, y de ahí viene mi dolor, de una mentira que llegó al corazón, proveniente de la mirada, de lo que dijo, no lo que sintió.

¿Te ves bien? Qué satisfacción, que seas feliz, amor, que nunca dañen tu corazón, que veas la noche con ilusión, que cuiden a lo mejor. ¿Me ves bien? Qué desilusión, que sea solo el exterior, que nunca encuentre la razón, que vea la prueba y no el perdón, que cuiden bien de mi amor.

Del refugio de tus abrazos hasta llegar a los sueños, donde de todo eres el dueño y aun así siempre algo puede fallar. Hay un largo camino, alguno incluso interminable, donde no encuentras las llaves para cruzar el portal. Ese portal que protege la realidad de la maldición que amenaza con dañarte, y sin siquiera preguntarte, el corazón. Dura es la vida si es todo mentira, duro es el amor si no es de los dos, duras son las palabras que sangro, porque arrancadas son de mi interior. Ese interior quedó vacío, y solo veo una razón: no conoceré el amor si me robaste el corazón, si traspasaste la muralla, si no aceptas mi perdón.

Caminando por la arena, batallando el sinsentido, buscando esa frontera que borre el desengaño. Entonces amanece y de nuevo sale el sol, es otra oportunidad de abrir tu corazón. Aunque siempre cuesta, encontrar la dirección. Son sus rayos los que prefieren abrirse paso tras la charca, esa charca joven que ha nacido en dos cuevas, oscuras como el corazón, de quien sabe cuándo late, pero no por qué se atascó. Solo sabe que funciona con un poquito de su amor, lo que ahora anda buscando, agachado en cualquier rincón. La esperanza no la pierde, pero pierde el corazón, desechado en esa charca que él mismo creó. Aun cuando llegan los rayos del sol, que intentan secar la charca, las ganas de luchar la llenan, pues no encuentran la razón. Ya son muchos días, y con este, 32 son. Cómo pasa el tiempo cuando no te fijas en el sol, cuando este te rodea y sus rayos no son de calor, sino que crean ilusiones entre la arena y el corazón. Sabiendo...

Busca amor por los rincones, porque el silencio no los llama, y el corazón vacío en mil palabras clama. Es difícil despejarte si ves que todo está confundido, si ves que se ha hecho un lío. "Escribe y no publiques", me dijo un amigo, y sé que tiene razón, porque no es bueno lo que digo. No es bueno, está mal interpretado, pero, por ese motivo, ¿tengo que estar callado? Mil cosas ahora he de decir Por no aprovechar el momento, por no decir la verdad y aguantar lo que siento. Mas es tarde, pues el daño lo apagó todo, y si brilla, no es por mí. Se que cuesta verlo así, se que tú no lo comprendes, pero ni siquiera a mí me queda la cosa clara. Escribo cuando estoy bien, compongo con el llanto, y es tan duro amanecer que escribo todo lo que canto. Que cantar mata el dolor es una gran mentira. Será que no conocen el dolor que tiene la composición. Las palabras de un poema pueden ser todas bellas, pero lo que luego encier...

Esa voz que llevo dentro está llorando sin cesar, y todo por no escuchar. ¿Es mentira lo que digo? Es verdad, no puedo más, y no sé lo que demuestro, si solo hago que llorar. Ser feliz está a un paso, pero no sé qué dirección tomar. Solo sé que, con ayuda, todo se transformará. Quiero ser esa semilla que en tierra ha de brotar, mas está encima de la piedra, donde nunca crecerá. Llega luz por la ventana, pues es luz y nada más. Espero aún el momento en que llegue la verdad. Verdad en donde se encuentra la razón de mi querer, de querer arreglar la vida, que una gran rampa parece ser. Y si el tiempo se parase para subir la rampa de una vez, y si la luz del sol llegase para mi semilla hacer crecer. Que traiga el sol las ganas de a esa flor animar, cuando aún tenía esperanzas de cuidarla sin titubear. No me sirven estos versos para dejar de soñar, contigo si es de noche, contigo si la luz me da. Para pedir perdón esc...

Vivo sin vivir en mí y de tal manera espero que muero porque no muero. En mí yo no vivo ya y sin Dios vivir no puedo ¿pues sin él y sin mí quedo éste vivir qué será? Mil muertes se me hará pues mi misma vida espero muriendo porque no muero. Esta vida que yo vivo es privación de vivir y así es continuo morir hasta que viva contigo. Oye mi Dios lo que digo que esta vida no la quiero que muero porque no muero. Estando ausente de ti qué vida puedo tener sino muerte padecer la mayor que nunca vi? Lástima tengo de mí pues de suerte persevero que muero porque no muero. El pez que del agua sale aun de alivio no carece, que en la muerte que padece al fin la muerte le vale. ¿Qué muerte habrá que se iguale a mi vivir lastimero, pues si más vivo más muero?    Cuando me pienso aliviar de verte en el Sacramento, háceme más sentimiento el no te poder gozar; todo es para más penar por no verte como quiero, y muero ...

Dirigida a mi como un camino que debes recorrer para alcanzar la meta. Si tú necesitas encontrar lo que el corazón te decía, yo tan sólo recordarte al ritmo al que latía. Corazón apresado entre sus brazos, que está apagado. Mentira dolorosa, rompiste toda la losa que mi corazón protegía. Intentaré, día tras día, llenarte de alegría. Se que no fantasía. Diré que queda llanto, y al principio no lo quería, sin saber que decía ni a que me arriesgaría. Sino que el corazón, de latir, dejaría. Y sin latir, y sin ser, querer.

Cual caja de música,  con su dulce melodía, mi corazón en ti guardo hasta que llegue mi armonía. Duro arcón que las proteges, tanto mal que no mereces, y si en algo sé que erré, siempre será en lo que no encontré. Gracias por todo lo que hay dentro de mi corazón, formarás el centro. Siempre latirá en ella la canción  que fue creada por nuestra unión. Gracias, llanto, por darme fuerzas, en lo malo, en lo divertido. Gracias, por iluminarme el camino que, por desgracia, siempre eh perdido. Cual caja de música  que en su interior esconde  mil millones de historias  que ninguno conoce. Solo aquella bailarina  que se deleitó con el camino, acompañada de mi música  y se arriesgó en lo prohibido.

Luna llena en la noche, que guardabas mi alegría, junto con esos luceros que con un manto nos cubrían. Rozaba yo tu piel dorada, por donde mi dedo fluía, pensando en cómo alcanzar lo que el destino me pedía, pues es una tarea dura, pues tratabase de brujería. Hoy mis labios en los tuyos largas horas uniría, si no fuera por el destino, otra vez aquí estarías. Piensa que la vida es dura, piensa lo que perderías: si ganarás amistad o si a mí me elegirías. Quizás solo es ñoñería, pero no descartaría si tu vida, a mi lado, No se agigantaría, Pues atento estaría a ti, día tras día.