Muro de lamentos

Ese muro que protege
la ciudad y tu corazón,
quisiera yo traspasarlo,
no con flechas, sino amor.

Es duro ser el soldado
que intenta conquistar
lo que una vez fue suyo.
Es más duro saber
que por ti se construyó
esa barrera inexpugnable
que rodea lo que tantos años amó.

No quedan horas ni años,
ya no tiene ni razón.
Aquel soldado muere,
sin conquistar por lo que luchó.


¿Llorará su amada, por lo que perdió?
¿Se dará cuenta ahora, todo lo que él luchó?
Quizás ocurra así, o quizás no,
Más nunca sabrá lo que de este arrancó,
Una mirada ganaría el asalto y nada más,
Un beso destrozaría ese muro, sin pensar.



Comentarios

Entradas populares de este blog

El temor anidando en los sentires

Tormenta serena

Te sentí sin tocarte