Pequeña, dulce y peligrosa



Cual caja de música, 
con su dulce melodía,
mi corazón en ti guardo
hasta que llegue mi armonía.

Duro arcón que las proteges,
tanto mal que no mereces,
y si en algo sé que erré,
siempre será en lo que no encontré.

Gracias por todo lo que hay dentro
de mi corazón, formarás el centro.
Siempre latirá en ella la canción 
que fue creada por nuestra unión.

Gracias, llanto, por darme fuerzas,
en lo malo, en lo divertido.
Gracias, por iluminarme el camino
que, por desgracia, siempre eh perdido.

Cual caja de música 
que en su interior esconde 
mil millones de historias 
que ninguno conoce.

Solo aquella bailarina 
que se deleitó con el camino,
acompañada de mi música 
y se arriesgó en lo prohibido.

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